Hola mis amistades bloggers en más de veinte países del mundo!
Como siempre sean bienvenidos-as a esta su casa de la buena lectura.
Esta vez tengo el placer de presentarles la valiosa aportación de uno de nuestros seguidores: Freddy Avilés Zambrano, escritor cinéfilo que labora en el diario El Universo de Guayaquil.
Freddy ha querido agasajarnos, con motivo de la proximidad de las fiestas navideñas, con esta contribución suya, la cual nos llena de muchísima satisfacción porque contribuye a nuestra cultura y al perenne placer de leer para quienes apreciamos esta actividad.
¡Gracias Freddy!
Para todos-as los seguidores del Club un gran abrazo y una recomendación: sígannos, no desmayen,que para el 2011 habrá sorpresas.
¡Hasta la próxima!
CINE Y NAVIDAD
Por: Freddy Avilés Z.
La Navidad es el acontecimiento más trascendental del mundo cristiano. El nacimiento de Jesús es motivo de felicidad, amor, hermandad y sobre todo paz. La esencia del mensaje cristiano es el deseo de compartir y fraternizar con los demás, aunque en la realidad en muchas ocasiones esa intención se diluya por la naturaleza egoista del hombre, pues resulta paradójico que en ocasiones en medio de esa fraternal celebración, los seres humanos se estén matando, ejemplo las navidades de las dos Guerras Mundiales, y tantas otras conflagraciones.
El celuloide ha sido un vehículo para explorar el efecto navideño sobre la condición humana desde distintos escenarios y circunstancias y hasta donde puede llegar su deseo de solidaridad.
En estas lineas vamos a realizar un pequeño repaso sobre algunas de las cintas clásicas y no tan clásicas que tienen a la Navidad como marco de desarrollo de diversas tramas, en ellas el cine ha logrado plasmar en muchos casos magistralmente lo que todos en lo más recóndito de nuestro interior deseamos paz y buena voluntad, debo mencionar que no cito las películas tipo Mi pobre angelito, con el pesado de Macaulin Culkin, por obvias razones.
Podemos mencionar la hermosa Que bello es vivir (It’s a wonderful life) realizada en 1946 por Frank Capra, narra la historia de George Bailey (interpretado por James Stewart) un hombre que se considera un fracasado y que su mayor deseo es abandonar su pueblo natal, varios acontecimientos van a cambiar su vida llevándole a enfrentarse con el poderoso del pueblo, incluso intentara quitarse la vida, solo con la ayuda y consejo de su angel de la guarda consigue comprender en la noche de Navidad que la riqueza no solo esta en el dinero sino en la bondad del corazón, que puede llevar al sacrificio por el bienestar de los demás.
Otra excelente historia es Milagro en la Calle 34 (1947) dirigida por George Seaton, con la actuación de Maureen O’hara, Edmund Gwenn y una angelical Natalie Wood, divertida cinta sobre como una joven madre intenta salvar su negocio de la quiebra en medio de la noche buena y recibe la ayuda de un providencial anciano (¿Santa Claus?) que luchara para que la gente vuelva a creer, es decir a tener fe. La parte chispeante del film es el intento de enjuiciar a Papà Noel, de ahí la hermosa frase que sintetiza toda la historia de la película: "La fe significa creer en algo que el sentido común te dice que no crees’’.
Por supuesto no podía faltar las decenas de adaptaciones de la obra de Charles Dickens, ‘’Canción de Navidad’’, que nos cuenta las desventuras del viejo avaro Ebenezer Scrooge y la visita que le realizan los fantasmas la Navidad pasada, presente y futura. En la mayoría de las versiones se ha logrado mostrar el espíritu de Dickens, que la obsesión por acaparar dinero pueden destruir el alma de un hombre, pero siempre hay la esperanza para la redención y que mejor momento que la Navidad. Las versiones más logradas son la de 1938 realizada por Edwin Marin con Reginald Owen como Scrooge, la de 1951 de Brian Desmond Hurst con un Alastair Slim en estado de gracia como el viejo avaro , incluso la versión musical de Ronald Neame de 1970 con Albert Finney en el papel principal, o la interpretada por George C. Scott (1984) dirigida por Clive Donner, donde Scott da a Scrooge una nota romántica otoñal. En la actualidad hay una versión de Robert Zemeckis (2009) rodada en 3D con Jim Carrey en el papel principal.
Pero si estas cintas desbordan optimismo y luz, hay otros directores que le van a buscar una parte un poco oscura o lóbrega a las festividades navideñas. Tal es el caso de la cinta animada Pesadilla antes de la Navidad (1993) de Henry Selick, con producción de Tim Burton, en donde el Rey calabaza dueño del pueblo de Halloween decide reemplazar la Navidad y para eso secuestra a Santa Claus. Obra llena de humor negro y de guiños cinematográficos, logra entretener al espectador, teniendo un final inesperado -más adelante el propio Burton le había dado su toque siniestro y oscuro a la fiesta con Batman Vuelve (1992) en donde el siniestro Pingüino (soberbia actuación de Danny de Vito) intenta asesinar a los primogénitos en la noche buena-.
Para no quedarse atrás con esa línea, el español Alex de la Iglesia nos entrega El dìa de la Bestia (1995), película truculenta y ácida, considerada una de las cintas de gènero fantástico màs importantes del cine español. El argumento gira en el nacimiento del Anticristo en la noche de Navidad, un sacerdote, un rockero y un médium tienen que encontrarlo en unas oscuras y peligrosas calles de Madrid.
Los gangsters tampoco se han salvado del influjo navideño. El polémico Abel Ferrara nos traslada a Nueva York para entregarnos una historia de violencia, droga y racismo, titulada R' Xmast o Cuento de Navidad, una familia latina de cortadores de droga preparan la cena navideña y procuran comprar una muñeca para su tierna hija cuando el padre es secuestrado, la madre pide ayuda al gangster local para encontrarlo, estallando una oleada de violencia, pero en Navidad todo puede ocurrir incluso ablandar los màs duros corazones.
Pero la diana de estas cintas, se la lleva Noche de Paz (Joyeux Noel) producida en el 2005 y dirigida por Cristian Carion, una hermosa producción europea que narra la tregua en las navidades de 1914 ocurrida en el frente Occidental, soldados alemanes, ingleses y franceses en plena noche buena dejan sus fusiles, comparten alimentos, cartas y juegan al fútbol, un mensaje de solidaridad que lamentablemente se trunca cuando el alto mando se entera y traslada a las unidades a otros sectores para evitar la mal llamada contaminación. Excelente reflexión humanista, que demuestra que el hombre a pesar de estar inmerso en la brutalidad de la guerra puede sobreponerse a ella y dar lo mejor de sí en beneficio del prójimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Bienvenido-a mi amigo-a! Comenta lo que desees, pero con el respeto que todos-as merecen.